Rapa das Bestas de Candaoso
La Rapa das Bestas de Candaoso cumple sus 50 años. Es una de las fiestas declaradas de Interés Turístico de Galicia que tiene Viveiro y es el único y auténtico curro de la provincia de Lugo donde el hombre lucha contra el caballo para derribarlo y poder contarle las crines y marcarlo.
Comuneros de los montes de Buio y Lerín, de la parroquia de Boimente, repiten una tradición que desde hace medio siglo brilla como aliciente de Viveiro. Gracias al esfuerzo de los comuneros de Buio y Lerín se conserva como tradición ancestral, el curro de Candaoso mantiene muchos de los ritos de la lucha cuerpo a cuerpo con los animales para a su domesticación, y garantizan un espectáculo genuino.
La fiesta se celebra desde el año 1969, de forma ininterrumpida hasta nuestras fechas, cincuenta años consecutivos, se suele celebrar el primer domingo del mes de julio. Una fecha que deben de tener en cuenta para poder disfrutar de esta fiesta única.
Los caballos andan salvajes por los montes durante todo el año, aunque suelen tener unos lugares determinados donde suelen ir y que conocen los comuneros. Lugares abrigados del frío y lobos y en verano de la mosca, lugares donde abunda la comida.
El día destinado de la fiesta se trata de reunir los caballos en el curro. Para ello, de madrugada van varios jinetes a los montes, a los lugares conocidos, para reunir los caballos en una gran manada, en torno a 300 ejemplares, que conducirán hacía el curro a primera, sobre las 10:00 de la mañana. Ahí los encierran y los van distribuyendo, separando machos de hembras y potros, en corrales más pequeños. Antiguamente el curro solía estar hecho de madera, en los tiempos de hoy se suele hacer con una estructura metálica.
Uno espera ver el lazo de cuerda para ir cogiendo a los caballos y poderlos reducir, pero no, aquí se da una pelea entre el caballo y una cuadrilla de hombres y jóvenes para reducirlo y tirarlo al suelo para después poderlo marcar. Hace años se solía marcar con el hierro candente sacado de las brasas del fuego, en estos tiempos se utiliza el mismo hierro pero introducido en nitrógeno líquido. Una vez marcados los potros jóvenes, se raparán las crines y colas de los equinos más veteranos. Tampoco faltarán las peleas de garañones, los líderes de las manadas, un auténtico espectáculo.
En el icono podéis pinchar para poder llegar allí. Sólo hay actividad el día de la fiesta.
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